21 de enero de 2010

Poemas de la Estación 
Gilberto Hernández Matos

1
Tras el paréntesis oscuro de la lluvia
los colores aceran su resplandecencia
naciendo de nuevo el mundo.
Transcurrido el giro del agua
la dureza reclama su falsa inmanencia
diciéndose eterna.
La calle enhiesta su brillosa costumbre de enlace
para el paseante inconsecuente de caminos.
Caído el aguacero,
la erguida esfinge del mundo amanece.
Empuñado el abrigo
continuamos nuestro paso
por la ciudad
hacia una estación que nos espera para llevarnos al otro cielo.

2
Asoma a la luz tierna un gris que se abre
como una lámpara a medianoche.
De espacio húmedo es su mirada contra
nuestro paso ausente.
Todavía la disolución del agua
besa nuestro labio enardecido.
Siempre algo se marcha,
la lluvia o el acaso,
y uno camina, hacia la otra acera,
un poco más triste.

3
Tarde, 2:10 pm
Los trenes visten de acero.
Su implacable marcha corre reló exacto
de olvidos y desencuentros.
Acaso ya no nos encontremos nunca.
Un minuto de extravío
y observo a lo lejos una partida
que ya nunca me llevará a ti.
En algún lugar,
ya la puerta abierta,
tú mirarás mi ausencia bajar
los andenes
mientras yo te espero, mal ilusionado,
sin retorno.

4
Como intentando abrazarnos recorremos
estas calles.
Toda ciudad es un abrazo fragmentado,
sus paredes, tapices de cemento,
corren al albor de sus habitantes
coartando sus encuentros.
Nosotros lo sabemos,
pero aún así, venteamos la ternura
recorriendo sus laberintos.

5
Este tren pasa antes de llegar.
Ya se ha marchado cuando llego
a sus estaciones.
Nunca está,
nunca lo encuentro
cuando ansioso
procuro alguna llegada.

6
Siempre te veo en estas estaciones.
El paso acompasado de tu paraguas
bajo tu hombro
y alguna revista caída en reposo
sobre tu falda.
Alguna risa desmemoriada a mi rostro
que ves ya como un afiche mañanero.
De tu vida conozco acaso
lo más hermoso,
tomas el tren cada mañana
y sales, luego que yo me he ido,
hacia algún lugar desconocido.

7
Ha llegado, como una costumbre siempre nueva,
el tren contra la tarde.
De una de sus puertas bajo
como siempre,
en el adiós de otro sueño.
Mañana correré contra la lluvia
rehaciendo un sutil y falso encuentro.

1 comentario:

  1. ESTIMADOS HERMANOS:
    Solicito mi conversion paranormal del mundo develado porque soy el profeta Elías del ecumenismo cristiano eclesiastico.

    Atentamente:
    Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
    Documento de identificacion personal:
    1999-01058-0101 Guatemala,
    Cédula de Vecindad:
    ORDEN: A-1, REGISTRO: 825,466,
    Ciudadano de Guatemala de la América Central.

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