27 de febrero de 2018

Poema

(Porque confesó que tras el 9-11 padeció una crisis existencial en la que se cuestionó la utilidad de su oficio)

Bernie Williams no sabe que es un domingo.
Enfundado en su ropa, cree que es un pelotero
y que su oficio es correr bases.
No sabe que es una tarde de radio,
una noche en la avenida,
un día largo de playa,
y que a veces es una jarra de cerveza en la mesa de dominó.
Puesta su gorra, Bernie Williams cree que es un pelotero.

No sabe, insisto, que fue el día de ayer y el año pasado.
Que fue la tarde aquella en que te esperé en el hospital.
La infausta noche en que se hirió mi hijo,
la broma que le hice a mi padre cuando supo que había perdido su equipo.
Sencillamente, Bernie cree que es un pelotero,
y no sabe que es esa cosa que llamamos tradición
eso que hace más dulces y amorosas nuestras monótonas vidas.